No hay nada más eterno que un encuentro fugaz.
Una noche en París. Dos caminos entrelazándose.
No hay nada más eterno que un encuentro fugaz.
Cuando Rhys y Ginger se conocen en las calles de la ciudad de la luz, no imaginan que sus vidas se unirán para siempre, a pesar de la distancia y de que no puedan ser más diferentes. Ella vive en Londres y a veces se siente tan perdida que se ha olvidado hasta de sus propios sueños. Él es incapaz de quedarse quieto en ningún lugar y cree saber quién es. Y cada noche su amistad crece entre emails llenos de confidencias, dudas e inquietudes. Pero ¿qué ocurre cuando el paso del tiempo pone a prueba su relación? ¿Es posible colgarse de la luna junto a otra persona sin poner en riesgo el corazón?
Una historia sobre el amor, el destino y la búsqueda de uno mismo.
Lo mejor: El principito en toda su estructura y enlazar la historia con Axel.
Lo peor: ( por ponerle alguna pega): Los diálogos existenciales de El.
"Porque solo podía pensar en ella, en lo bien que olía, en lo bien que sabía , en su cuerpo pegado al mío, en que necesitaba mucho más, en que no quería sortéala nunca. En imposible."
"Yo me dejé encontrar, besándola con fuerza. *Vértigo* era aquel beso y no lo que había sentido antes. *Vértigo* era ella. Mirarla y saber que no existía un *Nosotros*."
"En realidad, creo que es como estar permanentemente colgado de la luna. Boca abajo. Con una sonrisa inmensa. Sin miedo."
"Somos momentos Bonitos, Instantes agridulces, noches tristes. Somos detalles. Somos Reales. "
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